Washington, 20 ene (Prensa Latina) La legislación sobre el voto que demócratas y grupos de derechos civiles consideran hoy vital para proteger la democracia de Estados Unidos fue bloqueada en el Capitolio en otro revés para el presidente Joe Biden.
Aunque el mandatario, quien cumple este jueves un año en el cargo, anticipó la semana pasada que dudaba sobre el futuro de los proyectos de ley, algunos líderes del partido en el Congreso dijeron que todavía la iniciativa no estaba muerta y tenía «respiración asistida».
Sin embargo, como las reglas del Senado no lograron cambiarse, los republicanos recurrieron el miércoles a la herramienta del filibusterismo después de un fuerte debate para obstaculizar el avance del proyecto.
La hostilidad y creciente desconfianza prácticamente define las relaciones entre los dos partidos en el Capitolio, en particular desde el ataque del 6 de enero del 2021 por una turba de seguidores del entonces presidente Donald Trump.
Esas tensiones, que se cocinan a fuego lento, estallan ahora cuando los demócratas tratan de adoptar nuevas protecciones federales para el voto, comentó un artículo del diario The Hill.
Tales resguardos -añadió el periódico- están destinados a contrarrestar los esfuerzos de los estados liderados por el Partido Republicano para instalar nuevas restricciones en las urnas de cara a las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
Tras su aprobación en 1965, la Ley del Derecho al Voto fue reautorizada y modificada en cinco ocasiones, desde 1970 hasta 2006, con un amplio apoyo de los legisladores de ambos partidos.
De hecho, versiones de la ley fueron firmadas por los expresidentes Richard Nixon, Gerald Ford, Ronald Reagan y George W. Bush.
La última reautorización, en 2006, fue aprobada por el Senado en una votación de 98-0; 16 republicanos que participaron en ese ejercicio siguen en activo, según The Hill.
Pero las afirmaciones infundadas de Trump de que las elecciones de 2020 fueron «robadas» se convirtieron en un discurso común de sus aliados más acérrimos dentro y fuera del Congreso y muchos de los esfuerzos estatales para aplicar nuevas restricciones al voto se derivaron de esa falsedad.
En una entrevista con el servicio de noticias Democracy Now, el periodista Ari Berman advirtió que los republicanos no lograron anular las elecciones de 2020 y están haciendo todo lo posible para amañar y robar futuras.
Para ello utilizarán -apuntó- una combinación tóxica de supresión de votantes, el gerrymandering extremo (rediseño a conveniencia de los distritos electorales) y subversión electoral.
De hecho, aprobaron 34 nuevas leyes en 19 estados que hacen más difícil ejercer el sufragio, en especial para negros, latinos y otras minorías que en general se inclinan por el voto demócrata.